lunes, 18 de octubre de 2010

Muffins de calabaza y nueces.

Semana del Festival Internacional de Blues de Cerdanyola.
Jueves 14 de octubre de 2010, en el trabajo recibo una llamada; ¿quieres ir al concierto estrella del festival con unos amigos? Repaso el cartel de memoria.
Justo y los Pecadores, teloneros, no los he escuchado.
Lady Dottie & the Diamonds, a esta sí, llevo una semana oyéndola por la radio. Potente voz de una dama del Soul y el Rhythm & Blues más negro, puede estar bien.
Mike Farris & The Roseband Rhythm Revue, no sé quien es oiga, ni me he preocupado en escucharlo. Cierra el concierto y para mi desconcierto no entiendo que un perfecto desconocido, para mí que quede claro, actúe en último lugar.
Cinco segundos después digo; vale compra las entradas, 20 euros y tres grupos, me salen las cuentas.
Llega el sábado 16, día del evento y leo en el programa; Mike Farris, blanco de 36 años, fue cantante de los Screamin’ Cheetah Wheelies, vaya a estos sí que los conozco de haber oído algo en su día, pero a él ni de pasada. Después de un infancia turbulenta y de varios escarceos con el alcohol y las drogas, sobredosis incluida, es tocado por la mano de Dios, ve la luz y ahora se dedica a cantarle y a loar sus glorias con la música, Góspel más que nada. Buff... no puedo evitar que un escalofrió recorra mi cuerpo y la sombra del arrepentimiento planee sobre mí. 22:00 el recinto se empieza a llenar, vas viendo caras conocidas y caen las primeras cervezas, a eso de las 22: 30 suben al escenario Justo y los Pecadores, Rocanrol sin pretensiones, básico, bueno y correctamente ejecutado, lástima que falle el sonido, lamentable para el grupo y peor para los presentes, pero cumplen su objetivo y con la aparición del bluesmen del país Amadeo Casas el público se empieza a entregar a pesar del citado sonido. Con el público ya bien entregado finalizan el bolo, bis de dos temas y a otra cosa mariposa que han de subir las estrellas.
Arrancan The Diamonds sin Lady Dottie sobre las 11:00, me sorprende la juventud de la banda pero se la nota con tablas y bien, pero que muy bien engrasada. Sale la Dottie y cumple de sobras con lo esperado, vozarrón, presencia y mucha energía. Va desgranando temas propios y clásicos de la talla de Walkin’ the Dog, Come Along Together y hasta alguna de los Credence que hacen vibrar al respetable ¡¡Esto es ROCANROL con mayúsculas!! Vibrante todo el combo, me sorprendió agradablemente el teclista, y Dottie incendiaria, gasolina pura de alto octanaje, y todo con sesenta y muchos años. Bis sin hacerse rogar mucho, lo cual se agradece y final dejando a la gente con un buen sabor de boca y con las melodías de los clásicos repasados danzando en la memoria.
Sobre la 1:00 aparece Mike Farris con toda la banda al completo. Vale, veamos de lo que eres capaz, Mike. Entonces sucede, sin previo aviso una voz, la más negra que yo haya escuchado en un blanco, y un sonido eléctrico, brutal, te coge desprevenido y te patea la boca del estomago sin concesiones, de manera brutal y sin piedad. Mientras intentas recuperarte de la sorpresa inicial te vas diciendo; joder este tío es bueno. Mike Farris tiene un don y lo sabe, juega sus cartas tema a tema sin dar respiro por lo que recuperarse no es posible, te apabulla con un góspel y un soul eléctricos que van a degüello, que no hacen prisioneros. Es explosivo hasta en los medios tiempos y la energía que despliega Mike (canta, salta, toca la guitarra, recorre el escenario como un poseso) podría abastecer a una pequeña ciudad durante semanas. Uno tiene que aceptar que lo han vencido y rendirse a su Savoir Faire.
Dos horas largas después termina el bolo dejándolo a uno pasmado sin saber que ha pasado ni cuando ni como, regresa a su casa agotado y satisfecho de haber disfrutado de semejante acontecimiento.
Y una vez alimentada el alma toca alimentar el cuerpo.


Muffins de calabaza y nueces.

Ingredientes para unos 14 muffins:
• 250 grs de azúcar de caña claro
• 300 grs de harina de fuerza bio
• 400 grs de calabaza
• Una pizca de sal
• Una cucharada de postre de canela
• 4 huevos camperos o ecológicos
• 1 sobre de levadura royal
• 160 ml de aceite de oliva virgen extra
• Un puñado de nueces
Elaboración: Pelamos, despepitamos y troceamos la calabaza, la introducimos en la batidora, robot o vaso americano y la procesamos hasta que nos quede un puré fino y sin trozos. En un bol ponemos los huevos, el azúcar y los batimos con las varillas hasta que blanqueen ligeramente, añadimos el puré de calabaza y a continuación el aceite, la canela y la sal y continuamos batiendo un poco más, troceamos las nueces muy pequeñas, reserva unas mitades para decorar, las añadimos a la mezcla integrándolas bien. Tamizamos la harina con la levadura Royal y la vamos integrando bien en la mezcla con una lengua o espátula hasta que todo este homogéneo.
Llenamos ¾ partes de unos moldes de silicona o capsulas de papel, colocamos una nuez encima y los ponemos en el horno que tendremos precalentado a 180° fuego abajo, bandeja a media altura y los horneamos de 15 a 20 min o hasta que estén hechos, en mi caso horno a 150° y 12 o 13 min sin quitarles ojo, insisto en que cada horno es singular y cada uno sabe cómo va el suyo.
Los sacamos, comprobamos que estén hechos pinchando con un palillo que saldrá seco si es así. Los dejamos enfriar en un lugar bien ventilado y a disfrutar.
Juanjo.