domingo, 28 de agosto de 2011

Receta de Panzanella (ensalada toscana a mi manera)

(I Can't Get no) Satisfaction, o de cuando la música me parecía excitante. Hace dos días iba escuchando la radio y de golpe los altavoces del coche empezaron a escupir los primeros acordes del (I Can't Get no) Satisfaction de los Rolling Stones pero en la versión de Devo, y al igual que el efecto evocador de los olores y/o sabores, propulso a mi memoria a un viaje en el tiempo (pasado) y los recuerdos de una época volvieron a mi de nuevo. Es curioso lo que determinados estímulos hacen con nuestros recuerdos y cosas que creíamos olvidadas afloran de nuevo con total nitidez. En mi caso, recordé la sensación de excitación permanente por todo lo que pasaba a mi alrededor, el mundo cambiaba y solo podía hacerlo para mejor, la música era el detonante para que toda una generación gritara su frustración, su hartazgo y su repulsión por todo lo establecido, los viejos jipis habían sido devorados y sus descendientes estaban en camino de serlo (hablo de la España de los ochenta) y ya solo aspiraban a convertirse en parte de aquello que tanto habían repudiado (un buen empleo; si es de funcionario mejor, casa, coche, pisito y vacaciones en la costa todos los años). La lucha reclamaba un cambio generacional, y este se produjo, y las calles fueron tomadas por chavales con pelos de colores y cueros, o con gabardinas y zapatos de piel, o con tupés y patillas. Y durante un tiempo la ilusión nos hizo creer que éramos invencible, que conseguiríamos el cambio si subíamos el volumen de nuestras guitarras y gritábamos fuerte nuestro asco. Pero el tiempo todo lo cura, hasta la rebelión, y nos hicimos mayores y con ello llegaron los buenos empleos , casas, coches y vacaciones en la costa. Y ese sistema también nos devoro a nosotros, pero nada se pierde y otra generación tomara nuestra bandera y luchara por sus (nuestros) ideales.....o no? Pues no; esa generación se hincho a cocaína, pastillas, música bailable y coches rápidos, todo estaba al alcance de la mano y con la demanda creciendo encima era barato y todo el mundo tenía un trabajo; así que a la mierda la cultura y a reventar que son cuatro días. Y de este modo se perdió una generación de lucha ahogada por los gritos de un Gran Hermano, por los gorgoritos de Bisbales, Bustamantes y demás Triunfitos, por botellones y adhesivos para coches. El nuevo dios es catódico, con pantalla plana de alta definición y sus apóstoles tertulianos que cuanto más gritan más razón creen que tienen. Nada se había logrado y lo que es peor; nuestro relevo fue directamente lobotomizado por el sistema, solo había que mirar a la calle desde cualquier ventana y ver a gente zombificada acudiendo a sus puestos y una juventud totalmente idiotizada y analfabeta que lo único que saben hacer es responsabilizar a sus mayores por haberlos traído a este mundo y sus mayores están demasiado temerosos de perder su estado de bienestar como para quejarse, pero les contare un secreto; el estado de bienestar es una ilusión, un espejismo creado para mantenerlos a raya y en el cual los únicos beneficiados son los mismos que les dieron sus empleos, casas, coches y vacaciones en la costa...total que vendimos nuestra alma y nuestro orgullo por un paquete de humo. Cuánta razón tenían Devo en esa canción, no puedo estar satisfecho, lo cual me lleva a pensar en otra canción esta vez de los y cuyo estribillo tatué en mi brazo, No Future (no hay futuro), joder como odio tener razón. Pero entre nosotros y la generación idiota ha surgido una serie de gente que ha vuelto a hacer suya la calle y lo que es mejor; ha conseguido que gente de diferentes generaciones se sume a sus protestas y se vuelva a ilusionar por conseguir un mundo más justo y solidario lo cual me retrotrae a los primeros acordes de London's Burning (Londres Arde) de los Clash y eso es lo que tiene que hacer este caduco sistema social que tenemos; arder hasta sus cimientos, arder, si, pero de una manera pacífica y resurgir de sus cenizas, cual Ave Fénix  renovado y mejorado porque si no el ¿futuro? que nos espera es desolador. Y además, odiaría tener razón.
Y como tanto recuerdo da hambre, pues aquí va una receta fresca para estos tiempos calurosos que se nos vienen encima.

Receta de Panzanella (ensalada toscana a mi manera)
Ingredientes (4 personas); 4 o 6 rebanadas de buen pan casero (del que no te hayas comido), un diente de ajo, tres cucharadas de vinagre de vino, dos huevos de granja (o lo mas parecido que encontréis), queso Mozzarella, o Feta, o fresco...en fin a vuestro gusto, 4 tomates medianos maduros, 16 aceitunas, una cebolla roja o morada, un ramillete de albahaca, Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE) y sal marina en escamas (o no).          
Elaboración; Ponemos los huevos a hervir ( con diez minutos partiendo de agua fría bastara), quitamos con cuidado la corteza del pan y lo tostamos, mientras se tuesta vamos pelando los tomates que habremos escaldado unos segundos en agua hirviendo, cortamos la cebolla en rodajas finas, troceamos las aceitunas toscamente y separamos las hojas de albahaca, cuando el pan este tostado lo frotamos con el diente de ajo y lo ponemos en remojo en un plato con agua y dos cucharadas de vinagre, dejamos que empape unos segundos y giramos para hacer la misma operación por la otra cara, troceamos el pan a cuchillo, picamos las hojas de albahaca reservando unas cuantas para el acabado, troceamos los tomates pelados, los huevos y el queso. Ponemos todo en un bol grande, añadimos el vinagre restante, el AOVE y mezclamos todo con delicadeza, ponemos en platos individuales y acabamos el plato con las hojas de albahaca que habíamos reservado, un hilo de AOVE y un pellizco de sal. Disfrutadla.

Juanjo y Angels

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