martes, 2 de marzo de 2010

Croquetas de calabaza

Slow Food Bonito concepto, comida lenta, que evoca a tiempos pasados donde la cocina era el corazón de la casa, tiempos de reunirse al calor de la lumbre y disfrutar de un buen guiso hecho con amor, cuidado y paciencia, tiempos de sabores perdidos y de una vida sin prisas, sin estrés y sin no llego .Tiempo de recuperar productos de calidad, no solo visual, de temporada y de proximidad, de dejar a un lado comidas precocinadas calentadas en microondas, de abandonar el consumo masivo de bocadillos de imposible equilibrio comidos en la calle o en los coches, tiempo de vivir al fin y al cabo, y de disfrutar que es de lo que se trata. Tiempo de sentarse, si sentarse en una silla y ante una mesa y gozar de la comida.
Sloow Food, bonito concepto, utópico dado la época que nos ha tocado vivir pero bonito en su planteamiento, aunque solo con un poco de esfuerzo casi todos podríamos sacar tiempo para eso que más nos guste hacer.
Slow Food es una filosofía, un modo de vivir y pasar por este mundo deteniéndose de vez en cuando a contemplarlo, admirarlo y permitir que nos deleite con pequeños placeres, eso es para mi Slow Food y si algo lo representa a mi parecer es el pan, pan casero, artesano y de confianza, con sus amasados, sus tiempos de fermentación y levados que le añaden capas y capas de sabor, su horneado paciente y su evolución conforme pasan los días. Señores, afirmo que el pan es SLOW FOOD.
Y ahora aquí va la receta;
Croquetas de calabaza




















Ingredientes;
3 cebollas, 1 kg de calabaza, 1 y ½ tazas de arroz (tamaño café), 2 o 3 cucharadas de harina, ½ vaso de leche (100 ml), sal y aceite de oliva virgen.
Elaboración; Troceamos y pelamos la calabaza, picamos la cebolla fina y lo ponemos a pochar con un poco de aceite y una pizca de sal, mientras hervimos el arroz en agua con una pizca de sal, cuando este al punto (+/- 18 minutos) lo colamos y reservamos.
Cuando la calabaza empiece a estar tierna probamos el punto de sal y le añadimos el arroz, dejamos que se haga unos minutos, echamos la harina en la mezcla y dejamos rehogar un poco removiendo en todo momento. Por último volcamos la leche y mezclamos hasta que toda la harina y el resto este bien integrado. Dejamos enfriar.
Una vez fría la mezcla de croquetas la tapamos con film de cocina y dejamos reposar unas 6 horas (mejor si es de un día para otro, pues todos los sabores se integran más). Damos forma de quenelle a las croquetas con ayuda de dos cucharas pasamos por huevo batido y después por pan rallado y las freímos en abundante aceite hasta que estén bien doradas, las sacamos y ponemos sobre papel absorbente de cocina para que escurran el aceite sobrante.
Las servimos en una bandeja y las comemos de inmediato.

Juanjo y Angels.

No hay comentarios:

Publicar un comentario